Jedno Słowo

Sueño profundo (תַּרְדֵּמָה tardemah)

Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un sueño profundo, y mientras dormía le quitó una de sus costillas, poniendo carne en su lugar. (Gén 2,21)

וַיַּפֵּל֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהִ֧ים ׀ תַּרְדֵּמָ֛ה עַל־הָאָדָ֖ם וַיִּישָׁ֑ן וַיִּקַּ֗ח אַחַת֙ מִצַּלְעֹתָ֔יו וַיִּסְגֹּ֥ר בָּשָׂ֖ר תַּחְתֶּֽנָּה׃

καὶ ἐπέβαλεν ὁ θεὸς ἔκστασιν ἐπὶ τὸν Αδαμ, καὶ ὕπνωσεν· καὶ ἔλαβεν μίαν τῶν πλευρῶν αὐτοῦ καὶ ἀνεπλήρωσεν σάρκα ἀντʼ αὐτῆς.

Immisit ergo Dominus Deus soporem in Adam. Cumque obdormisset, tulit unam de costis eius et replevit carnem pro ea.

Por primera vez en la Biblia hebrea se menciona el sueño. El primer sueño de Adán fue casi tan profundo como la muerte. Fuera de su conciencia, Dios creó a la primera mujer. La Septuaginta transmite el significado de este sueño a través de la palabra “ekstasis”. De este sueño, Adán despierta a una nueva vida, porque a partir de entonces entra en una relación que solo ahora es mutua.
Basándonos en la segunda descripción de la creación del hombre, podemos descubrir las etapas posteriores del “despertar” de Adán. Primero, su intelecto práctico despierta: cultiva y cuida el Jardín del Edén. Luego despierta su intelecto cognitivo: crea el primer concepto, es decir, nombra a las criaturas. Finalmente, Adán despierta a una relación desde el sueño más profundo. Solo ahora es plenamente quien Dios quería que fuera. Mirando a la mujer, ve algo de sí mismo en ella y, al mismo tiempo, experimenta alegría cuando ella se convierte en la compañera de su vida, a la que Dios sacó de la soledad.
Más tarde, el sueño profundo se apoderó de Abraham, Jacob, Samuel y San José. Después del despertar, todos recibieron un nuevo impulso para vivir en comunidad con Dios y la gente.

Descubre más desde Jedno Słowo

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo