El oficial respondió: Señor, no soy digno de que entres en mi casa; dilo sólo de palabra, y mi criado quedará curado. (Mt 8,8)
καὶ ἀποκριθεὶς ὁ ἑκατόνταρχος ἔφη· κύριε, οὐκ εἰμὶ ἱκανὸς ἵνα μου ὑπὸ τὴν στέγην εἰσέλθῃς, ἀλλὰ μόνον εἰπὲ λόγῳ, καὶ ἰαθήσεται ὁ παῖς μου.
et respondens centurio ait Domine non sum dignus ut intres sub tectum meum sed tantum dic verbo et sanabitur puer meus.
El techo es sinónimo de seguridad y refugio. Invitar bajo el techo significa acoger a un amigo, conocido o extraño en tu hogar. Jesús entrará en la casa del centurión a través de Su Palabra. Allí llevará sanación. Sana la parálisis, la fiebre, la ceguera. Restaura el silencio, la adoración y establece la paz.
